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Isabel furini, Argentina-Brasil

RESUMEN DE CURRICULUM

 

Isabel Furini nació en Buenos Aires, Argentina, en 1949. Leccionó Filosofía de 1975 a 1980, en la ciudad de Medellín, Colombia. Se instaló en Brasil y dió clases de Creación Literaria, en Curitiba, de 1983 a 2015.

Autora de 35 libros, entre ellos "Los cuervos de Van Gogh" (poemas). Publicó su primer libro

"El Hombre y Deus" en 1985.

Participó en antologías poéticas en Portugal, Argentina y Chile; creó el proyecto Poetizar o Mundo; es miembro de la Academia de Letras de Brasil / Paraná; y de la AVIPAF (Academia Virtual Internacional de Poesía, Arte y Filosofía), escribe en la Revista de Arte y Cultura Carlos Zemek; recibió la Orden de Figueiró, Artes y Cultura de Brasil; fue nombrada Embajadora de la Palabra por la Fundación César Egido Serrano (España, 2017); Realizó un recital poético en español, traducido al inglés por Barbara O'Dell, en la Biblioteca Pública de Burlingame, California, EE. UU., en 2018; Sus poemas hicieron parte de exposiciones en Buenos Aires y Necochea (Argentina), y em Medellín (Colombia).

Fue premiada en concursos de Poesía en Brasil, España y Portugal.

 

LOS AMORES DE NERUDA

 

Barriletes rasgados...

Neruda, el mensajero del amor,

escalaba el tejado de las palabras

y se quedaba de pie,

quieto,

mudo.

 

Con sus manos

fustigaba los verbos

y trazaba diseños geométricos

sobre mantos de sueños.

 

Soñador empedernido,

Neruda ensanchó

las corrientes del río de la Poesia

para poder guardar sus reminiscencias,

sus añoranzas,

y sus amores.

Esos amores que chicoteaban sus horas

y lo hacían transpirar poesía.

1
INDUDABLEMENTE

 

La filosofía afirma

que la arrogancia de cualquier criatura

(indudablemente) se desmorona

en la sepultura.

***

 

2
REDES

 

Trampa mortal

en el mar de sombras.

Hay redes que nos atrapan.

Refleja mi silencio

el movimiento del água,

entre mis pies dormidos.

Y esas montañas,

montañas del olvido,

reviven esperanzas muertas

y anuncian una nueva aurora

en la desierta ruta del destino.

 

3
EL POETA

 

Sueña poemas

y se levanta de noche

escribiendo con los dedos

versos en el aire.

Ama

navegar sobre olas de hojas en blanco,

navegar en cuadernos nuevos,

saltar sobre arenas de palabras,

correr por la playa buscando el verbo.

Libros, cuadernos, papeles y más papeles ...

Sigue luchando con olas indomables,

organiza los términos,

pero solo se ancla en el océano de los sentimientos.

En ese instante

el poeta comprende el poder del caos primordial.

***

4
AHORA

Un designio metafísico

(inesperadamente)

me empuja al presente

y me obliga a nadar siempre

en las águas del río eterno ahora

y en ese eterno ahora están entrelazados

los sueños de amor

y de soledad.

***

 

5
NAUFRAGIO

 

Cuando el amor naufraga

las olas repiten: "Nunca más"

la joven poeta se da cuenta

que la poesía se extiende

en el cielo, en el mar

y en las frías gotas de água

de intensos maremotos

y sentimientos rotos

que atraviesan los ojos

y se transforman en lágrimas.

 

6
POESÍA: FUNCIÓN

 

la soledad avanza entre espejos rotos

y se alimenta de exilios voluntarios

por eso necesitamos de la Poesía

- la poesía nos auxilia y nos salva de los naufragios

la poesía nos ayuda a extender nuestras alas

ella pone en nuestros ojos

el resplandor incandescente de la esperanza.
***

 

7
EL GRITO

Yo conozco una calle

que se alarga y se aleja.

Una calle desierta,

con ventanas cerradas,

donde tu amor murió

y el recuerdo se agranda.

Tu amor se tornó viento,

huyó al anochecer,

recorrió las ciudades

y se fue a esconder

em uma cueva oscura

de uma montaña olvidada.

Un grito dió mi alma

solitária y antigua...

Un grito silencioso,

sin bemoles, sin rima...

fue un grito de angústia

desesperado y triste.

Agonizante grito,

que estremeció la penumbra

***

8
EL POETA EN EL JARDÍN DEL TIEMPO

Graznidos de cuervos en el verano

al atardecer

cuando el momento

se vuelve interminable

sin fin

sin fin

sin fin

sin fin

sin fin

sin fin

como líneas paralelas

y los sabores de la soledad y de la ausencia

juegan entre los cansados labios del poeta

 

en ese momento es posible recrear la poesía

en la curvatura del jardín del espacio-tiempo

y descubrir versos renovados

cincelados en distantes universos.

***

9
LA NOCHE DE PEDRO PÁRAMO

Silencia el trueno amordazado en el árido desierto,

la noche macilenta

aprisionada por las violentas gárgolas del rencor, arquea.

Noche que alimenta sombras,

matriz de espectros

que deambulan por la árida tierra de los muertos.

Noche disfrazada de efigie de proa

naufraga en angustiados alfabetos.

(El abismal relato de Juan Rulfo penetra en los oídos

y en el alma,

mientras falanges descarnadas excavan remembranzas.)

Nada se mueve en lontananza.

Nada se mueve en esa noche sin estrellas.

Noche de niños muertos

enterrados en cajones blancos con arabescos.

Noche deshabitada – sin esperanzas, muerta,

casi un contorno de casas en penumbra,

las puertas aúllan y agrietan lúgubres sombras.

Sucumbe, verticalmente, la noche e impulsa el viento

que arremete contra ese pueblo polvoriento y olvidado,

trancado entre paredes de espectros y de traumas.

Pedro Páramo acecha nuestros pasos

con sus ojos crueles nos transforma en monolitos de piedra

y quedamos como estatuas avasalladas, inertes,

en el árido desierto de Comala.

***

10
LOS AMORES DE NERUDA

Barriletes rasgados...

Neruda, el mensajero del amor,

escalaba el tejado de las palabras

y se quedaba de pie,

quieto,

mudo.

Con sus manos

fustigaba los verbos

y trazaba diseños geométricos

sobre mantos de sueños.

Soñador empedernido,

Neruda ensanchó

las corrientes del río de la Poesia

para poder guardar sus reminiscencias,

sus añoranzas,

y sus amores.

Esos amores que chicoteaban sus horas

y lo hacían transpirar poesía.